lunes, 10 de agosto de 2009

Gangsters en Borneo

Gangsters en Borneo, Selecciones Servicio Secreto, nº 250, Bruguera, Barcelona, 1967 (2º edición)
Buena novela de acción ubicada en un escenario exótico que brilla por la presencia de personajes de gran solidez y complejidad.
En Borneo, posesión colonial británica, dos hombres condenados a muerte esperan el momento de su ejecución. Uno es Michel Burton es ex-militar, ahora casi un homeless, que asesinó a su prometida y su amante; el otro es Edgar Wilding, un comerciante enriquecido con el tráfico de blancas y drogas y con el contrabando que ha asesinado a dos de sus colaboradores. A la prisión llegan también dos contrabandistas y asesinos norteamericanos -Chic Gardoni y Red Nolan-que, una vez deportados a San Francisco, serán ejecutados. La isla vive, a mediados de los años 50, jornadas de agitación; los nativos se han levantado en armas y parece inminente un asalto a la capital. Así se produce y, en medio del bombardeo, la cárcel es objeto de diversas explosiones que permiten la huida de los condenados.
En las zonas del interior, una pequeña comunidad vive con inquietud la agitación; en ella el cínico y lúcido doctor Stanfield, ex -militar, mantiene una amical relación con la angelical y abnegada miss Parker -una suerte de Katherine Hepburn en La reina de África-y sus dos recias y bellas enfermeras. Luana y Helga. A pesar de que Miss Parker no quiere abandonar la colonia, el asalto de los nativos les obliga a huir y refugiarse en una mina protegida por un destacamento británico reforzado con un tanque; allí llegan los prófugos que, tras haber asaltado y asesinado -por iniciativa de Nolan- un grupo de PM, han suplantado su personalidad.
Mientas los criminales norteamericanos, buscando la colaboración de Wilding planean robar el tanque del destacamento y violar a las enfermeras, Stanfield reconoce a Burton como un antiguo compañero de la Guerra Mundial y éste le confiesa cómo su degradación personal se ha originado por sus decepciones amorosas. Burton se enamora de Miss Parker y ésta descubre el amor espiritual y pasional. Burton desenmascara las intenciones de sus compañeros de fuga y viendo que el asalto de los nativos es inevitable, decide proteger la huida del doctor, de su enamorada y de las enfermeras buscando una huida imposible; consigue su primer objetivo pero finalmente es cercado por los nativos quedando sólo con vida Gardoni y él. Cuando su muerte parece inevitable, un epílogo nos explica cómo salvó milagrosamente la vida, cómo en realidad no era un asesino -el crimen del que se le acusaba y que él creyó cometer se llevó a cabo cuando estaba inconsciente- y cómo el amor con Miss Parker le redime definitivamente.
La novela es muy interesante y original pues bajo la apariencia de una novela policíaca -hay, como el título indica, gangsters, crímenes, inocentes falsamente acusados, etc- en realidad es un curioso híbrido entre novela bélica, novela de aventuras y novela romántica aliñada con esos ingrediente policíacos ya comentados. El argumento, más allá del forzado epílogo en busca de un imposible final feliz, se organiza y desarrolla con precisión milimétrica pero lo que más destaca es la riqueza de los personajes. Los malvados tienen una real complejidad y profundidad -Wallace tiene un extraño fondo noble, Nolan, un psicópata, es capaz de emocionarse al recordar sus campañas durante la Guerra Mundial, Gardoni se muestra al final como un joven incauto- las mujeres, especialmente Miss Parker, tienen una sólida presencia, Burton es un magnífico héroe degradado que se redime y especialmente destaca el doctor Stanfield; este viejo cascarrabias, huraño y cinico, se presenta como ateo -“admito que no poder creer es aburrido” (p.24)-, anticolonialista -“¡Les sobra razón, maestra! Tampoco aguantaría yo que vinieran amarillos a mi terruño a enseñarme a comer con tenedor” (p.25), cínico y descreído. La dureza con que habla en contra de la acción del hombre blanco o la rudeza con que describe a Miss Parker los peligros de la revuelta- “una cosa es morir y otra padecer la peor vejación que una mujer pueda padecer. ¿Me comprende, maestra? (...) ¡Violación! ¡Salvajes turnándose, maestra!” (p.26) le dan al personaje una riqueza singular. También original es la irrupción de escenas de notable erotismo, como es el encuentro entre la casta Miss Paker y el duro Burton:
Destrenzó y la abundosa cabellera se amplió en aureola(...) Michel Burton respiró hondamente. Sus dedos abrieron la blusa gris. El busto femenino alentó liberado de su cárcel de seda.
-Tiene cuello de cisne, Lillian. Tu piel tan blanca quema. Es suave como pétalos. Tienes fragancia de manzanas y fresas...
El reflejo sonrosado en el semblante femenino desapareció oscurecido por la cabeza inclinándose. Los brazos apretaron el talle y los labios masculinos aprisionaron la dulce pulpa virginal.
La gruta dejó de ser encantada, convirtiéndose en violenta y primitiva. El tenue resplandor rosa se hizo rojo. Los minutos adquirieron intensidad de hondo frenesí.
”(p. 114).
La novela tiene copyright de Francisco Bruguera y su primera edición dentro de la colección Selecciones se dio en el año 1963. No tenemos documentada su publicación en Servicio Secreto.

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