domingo, 21 de junio de 2009

Calavera de plata

Calavera de plata, Servicio secreto, nº 93, Bruguera, Barcelona, 1952, portada de Provensal, ilustraciones interiores de Ángel Pardo
Sugerente novela policíaca en la que dos amigos de la infancia se reencuentran como adultos situados en bandos contrarios; un crimen, una investigación y el amor de una mujer van a convertirse en el territorio de ese conflictivo reencuentro.
Freddy Wilson y Burt Talbot son dos adolescentes enamorados de la bella y algo engreída niña Arline Wanders, la hija de un importante banquero de Mobile, Alabama. Son amigos y muy distintos, el primero es algo simple y de aspecto bruto, el segundo es hábil y seductor. Aunque amigos, con frecuencia se pelean. El tiempo pasa y les separa y Talbolt se convierte en un turbio detective privado y Wilson consigue llegar a ser agente del FBI que advierte al primero de que su labor está bajo sospecha y vigilancia..
Un día Talbot recibe una llamada de Mobile, de la mansión de los Wanders; tras años de no pisar su ciudad, vuelve a ella y es recibido por Ralph Wanders, su socio el capitán Jornbolm, Arline y su amiga Geny Low; el motivo es dramático pues en las habitaciones superiores se encuentra el cuerpo sin vida del prometido de Arline y socio de Wanders, Arthur Ringers. A su lado aparece una pequeña estatuilla de una calavera de plata. Parece haberse suicidado pero Talbot descubre que en realidad fue asesinado, posibilidad extraña pues la mansión Wanders aparenta ser una auténtica fortaleza.
Talbot propone que se llame al FBI y se pida la intervención de Wilson, quien, años después, continúa enamorado locamente de Arline. Talbot modifica las pruebas para que el suicidio sea creíble y la llegada de Wilson, que es engañado, se enmascara bajo la orden de continuar una investigación iniciada en Mobile por el FBI siguiendo los pasos de un contrabandista, Jeremiah Bulks. Burks, que se enfrenta a Wilson y sale malparado, recibe la visita de la bellísima mulata Deborah Miller quien le asesina para que no pueda explicar nada pues ella es la amante del jefe de una importante organización de traficantes de joyas que extiende sus ramificaciones hasta la familia Wanders. Talbot observa el asesinato y chantajea a la Miller exigiéndole que entregue a su jefe.
Poco después el capitán Jornbolm es asesinado en la mansión Wanders con idéntica estatuilla de calavera de plata a su lado y ante la inminencia de que se descubra la trama de corrupción que acompaña a los Wanders, Talbot propone a Arline que seduzca, engañé y se case con Wilson para así detener la investigación. Así lo hace al tiempo que Talbot y Wilson consiguen que se desenmascare al jefe de la bada de contrabandistas y asesino de Ringers y Jornbolm, el importante fucncionario Sanders quien, conocedor de que la fortuna de Wanders tenía un origen oscuro -una red de corrupción había provocado la muerte de centenares de trabajadores- le chantajeaba; los crímenes que cometió en la mansión Wanders los pudo llevar a cabo gracias a la colaboración de la amiga de Arline, Geny.
Meses después Wilson descubre el engaño de su matrimonio y al intentar matar a su esposa y a Talbot, éste le desvela cómo su esposa está realmente enamorada de él y cómo no tenía nada que ver con la corrupción de los Wanders. Ralph Wanders se suicida, devorado por el sentimiento de culpa por haber provocado por la muerte de cemtenares de trabajadores, Wilson deja el FBI para montar una agencia con Talbot y éste se compromete a esperar a que crezca la hija de Wilson y Arline para casarse con ella.La novela es algo embrollada en algunos momentos pero se redime por pasajes de una elevada calidad literaria. Destaca la excelente descripción de la llegada de Talbot a la mansión de los Wanders y de cómo percibe, levemente, que algo ha cambiado en ella desde la infancia hasta descubrir que se ha convertido en un fortín; hasta descubrir, en definitiva, que los Wanders esconden algo. La caracterización de Talbot como private eye ambiguo que llega a la mansión de unos ricos para encubrir sus trapos sucios, no sólo tiene la efectividad de los clásicos sino que es expuesta con un estilo preciso y admirable; la figura de la bella Deborah también es uno de los valores de una novela donde los personajes que están al otro lado de la ley son infinitamente más ricos y sugerentes que personajes como Wilson, simplón incluso en su apasionado amor por Arlene.

2 comentarios:

Alfred dijo...

Pse, pse... creo que hay un pequeño error en el título del post ¿No sería "Calavera de plata"?

Un saludo.

soldevilla dijo...

¡Menudo fallo! Gracias, amigo