Soberbia novela detectivesca de clara influencia anglosajona que nos presenta personajes encerrados en un caserón perdido en Escocia, un crimen, secretos inconfesables, una investigación y una brillante resolución.
En el corazón de África, Big Joe -Joseph Curry- es un miserable sin escrúpulos que ejerce de cruel capataz frente a sus trabajadores nativos; al llegar un hombre blanco malherido y cargado de diamantes no duda en asesinarlo y en huir quemando vivos a todos sus trabajadores, encerrados bajo llave en un barracón
Años después, los sobrinos de Big Joe reciben una extraña invitación; mil libras y un billete para visitar al tío que marchó de Gran Bretaña por motivos oscuros -un desfalco-, cuando ellos aún no habían nacido. Los sobrinos son los hermanos Ketty y Frank Jones, hijos del importante banquero Robert Jones, y la humilde Beryl Curry, una muy bella mecanógrafa, hija de Arnold Curry y de Joan, una antigua novia de Big Joe; los tres deciden, a escondidas de sus padres, aceptar la extraña posibilidad de conocer a un tío al que nunca han visto y del que sólo han oído hablar mal. Ya en el caserón son atendidos por el mayordomo, James Faraway y tienen la oportunidad de conocer a Joseph Curry, un resentido que les ofrece una juego terrible; sabedor de que tiene enfermedad incurable, nombrará su heredero a quien se atreva a asesinarlo. Estupefactos ante la propuesta reciben la aparentemente casual visita de Fergus Simpson, un desgarbado cameraman que está trabajando para diversas productoras cinematográficas y que pide permiso para filmar escenas de la casa; poco después se oyen unos disparos y se descubre el cuerpo sin vida de Faraway. Pero no es Faraway el finado, en realidad es Big Joe que, aprovechando que sus sobrinos no le conocían, había propuesto a su mayordomo un cambio de papeles para montar la mascarada. A partir de ese momento se empiezan a desvelar cosas sorprendentes, como que Fergus Simpson era el hijo del explorador que fue asesinado por Big Joe y que había llegado para vengar a su padre. La policía -el inspector Roney y su incompetente ayudante Yardley- se encuentra desbordada ante algunos elementos inexplicables del crimen hasta que Simpson y Ketty huyen; su acción apunta a su culpabilidad pero en realidad ellos lo hacen para encubrir al padre de ella -Arnold Curry- que, a escondidas, vino a la mansión temeroso de que su hermano quisiese abusar de Ketty. En Londres, escondidos y disfrazados, los prófugos llevan a cabo una investigación que les lleva descubrir que el verdadero asesino es en realidad Robert Jones que, arruinado por sus tratos con una corista, se confabuló con su hija Ketty; él se presento también en el caserón y cometió el crimen, Ketty sedujo a Faraway para encubrir el crimen y luego lo asesinó. La investigación es llevada a cabo por Fergus simpson que ha conseguido la complicidad del inspector Roney quien, agradecido, decide incorporar a la policía al sagaz Fergus; éste consigue a su vez, el amor de Beryl, sorprendente heredera de una parte de la fortuna de su tío.
La novela es excelente de principio a fin, creando personajes de notable complejidad y urdiendo el autor una compleja trama que sabe plantear, complicar y resolver con maestría. Las influencias de Agatha Christie parecen claras pero en determinados aspectos -tal como está planteado el caso, los escenarios, la presencia de personajes perseguidos por crímenes cometidos en territorios del Imperio- nos hacen evocar los relatos y novelas de Conan Doyle y de Wilkie Collins. El aire british está conseguido con maestría creando Debrigode una ambientación verosímil y natural, en absoluto forzada, y a lo largo de la narración el autor demuestra un conocimiento de los matices legales que evidencian su formación en el campo del derecho.
En el corazón de África, Big Joe -Joseph Curry- es un miserable sin escrúpulos que ejerce de cruel capataz frente a sus trabajadores nativos; al llegar un hombre blanco malherido y cargado de diamantes no duda en asesinarlo y en huir quemando vivos a todos sus trabajadores, encerrados bajo llave en un barracón
Años después, los sobrinos de Big Joe reciben una extraña invitación; mil libras y un billete para visitar al tío que marchó de Gran Bretaña por motivos oscuros -un desfalco-, cuando ellos aún no habían nacido. Los sobrinos son los hermanos Ketty y Frank Jones, hijos del importante banquero Robert Jones, y la humilde Beryl Curry, una muy bella mecanógrafa, hija de Arnold Curry y de Joan, una antigua novia de Big Joe; los tres deciden, a escondidas de sus padres, aceptar la extraña posibilidad de conocer a un tío al que nunca han visto y del que sólo han oído hablar mal. Ya en el caserón son atendidos por el mayordomo, James Faraway y tienen la oportunidad de conocer a Joseph Curry, un resentido que les ofrece una juego terrible; sabedor de que tiene enfermedad incurable, nombrará su heredero a quien se atreva a asesinarlo. Estupefactos ante la propuesta reciben la aparentemente casual visita de Fergus Simpson, un desgarbado cameraman que está trabajando para diversas productoras cinematográficas y que pide permiso para filmar escenas de la casa; poco después se oyen unos disparos y se descubre el cuerpo sin vida de Faraway. Pero no es Faraway el finado, en realidad es Big Joe que, aprovechando que sus sobrinos no le conocían, había propuesto a su mayordomo un cambio de papeles para montar la mascarada. A partir de ese momento se empiezan a desvelar cosas sorprendentes, como que Fergus Simpson era el hijo del explorador que fue asesinado por Big Joe y que había llegado para vengar a su padre. La policía -el inspector Roney y su incompetente ayudante Yardley- se encuentra desbordada ante algunos elementos inexplicables del crimen hasta que Simpson y Ketty huyen; su acción apunta a su culpabilidad pero en realidad ellos lo hacen para encubrir al padre de ella -Arnold Curry- que, a escondidas, vino a la mansión temeroso de que su hermano quisiese abusar de Ketty. En Londres, escondidos y disfrazados, los prófugos llevan a cabo una investigación que les lleva descubrir que el verdadero asesino es en realidad Robert Jones que, arruinado por sus tratos con una corista, se confabuló con su hija Ketty; él se presento también en el caserón y cometió el crimen, Ketty sedujo a Faraway para encubrir el crimen y luego lo asesinó. La investigación es llevada a cabo por Fergus simpson que ha conseguido la complicidad del inspector Roney quien, agradecido, decide incorporar a la policía al sagaz Fergus; éste consigue a su vez, el amor de Beryl, sorprendente heredera de una parte de la fortuna de su tío.
La novela es excelente de principio a fin, creando personajes de notable complejidad y urdiendo el autor una compleja trama que sabe plantear, complicar y resolver con maestría. Las influencias de Agatha Christie parecen claras pero en determinados aspectos -tal como está planteado el caso, los escenarios, la presencia de personajes perseguidos por crímenes cometidos en territorios del Imperio- nos hacen evocar los relatos y novelas de Conan Doyle y de Wilkie Collins. El aire british está conseguido con maestría creando Debrigode una ambientación verosímil y natural, en absoluto forzada, y a lo largo de la narración el autor demuestra un conocimiento de los matices legales que evidencian su formación en el campo del derecho.
2 comentarios:
He leído tu apunte biográfico de Debrigode al inicio del blog...una vida increíble!!!
De esta colección siempre me gustó su logotipo...con la máscara que me recuerda a las que hacía Urda en De Todo Un Poco y esos guantes para dedos cuadrados...
Saludos y buen curso.
Es verdad, magnífico ese logotipo de auténtico Guante Blanco; ¿algún día sabremos de su autor?
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