sábado, 4 de octubre de 2008

Un yate ancla en Miami...


Un yate ancla en Miami..., Guante blanco, 4, Ediciones L.E.S.T.E.R., Barcelona, 1944, portada de Provensal
Intensa novela detectivesca en la que unos personajes aparecen aislados en un espacio del que no es posible salir -una barco, luego una barcaza- y donde se suceden una serie de crímenes misteriosos donde todo el mundo parece culpable y nadie lo va a ser. Sólo el deslumbrante detective Melvin Sharp y su equipo de policía científica conseguirán resolver el caso.
En el yate Pilgrim, -un nombre de resonancias vernianas- el magnate Henry Maxwell es asesinado. El camarero Timothy Pink, que estaba con él en el momento del crimen declara que vio disparar a un extraño monstruo -un engendro con trompa de elefante- y su explicación le convierte en el primer sospechoso. En el yate se encontraban su hermano y socio John Maxwell y las prometidas de ambos, dos actrices de Hollywood, la hierática Kay Sothern y la simpática y noble Patsy Brend, su sobrino Fred Nothin y la secretaria de Key, Luana Thighs, además del servicio. Ante lo extraño del caso, el hábil policía que lleva el caso, el inspector Sharp, siempre acompañado de su fiel Jim Swift, decide retener a todos los viajeros en Miami pero para evitar el acoso de la prensa se instalan en la barcaza de recreo Relax, un buque propiedad de Andy Sanders, que estudia para capitán, y un viejo lobo de mar experto en cocina, Tom Perkinns. El socio de los Maxwell, Spencer Lark, siempre acompañado de su hombre de confianza Calvin Corbet, descontento con los escarceos amorosos de los Maxwell envía a Miami a la bella Lil Wonder -una buena chica con problemas económicos- para que sus socios rompan sus compromisos; cuando llega a la Florida y tiene noticia del crimen, Lark la presenta como una sobrina suya y le encarga que rompa el compromiso de John. Andy, al verla se enamora perdidamente y ella le corresponde explicándole su misión. Mientras tanto la acción se complica: se descubre que el sobrino, Nothin es un chantajista que quiere arruinar el posible matrimonio de sus tíos para no perder su herencia; para ello descubre que Kay estuvo en prisión por ladrona y que Patsy había posado desnuda para una revista. Cuando poco después John Maxwll también es asesinado, todas las sospechas recaen sobre Nothin aunque Sharp ve demasiados cabos sueltos; empieza a investigar aspectos desconcertantes y pocos días después, delante del juez, demuestra que los asesino eran Spencer Lark y Calvin Corbet, que habían subido a los barcos amparándose en la oscuridad y con un equipo de buceo que les había dado ese aspecto misterioso e inverosímil. Los culpables son detenidos y mientras se anuncia el compromiso de Lil y Andy, el inspector Sharp es felicitado por su excelente y brillante investigación.
Como todos los títulos de Guante Blanco, el volumen parece tomar como referente la novela detectivesca anglosajona publica en la Biblioteca Oro Serie amarilla de Editorial Molino -Christhie, Stout, Wallace, Derr Biggers, Stanley Gardner, entre otros-. La novela es altamente interesante en su dibujo de personajes y en el brillante desenlace propuesto por el autor; la estructura de personajes encerrados en un barco donde se ha cometido un crimen nos evoca Poirot en Egipto, aunque el desarrollo donde irrumpe lo misterioso que es explicado racionalmente nos recuerda a Wallace; no en vano, el propio personaje lo dice al final del libro:”Como Mr. Reeder, el personaje de Edgar Wallace, yo también tengo mentalidad de asesino” (p.70). Es remarcable el personaje de Marvin Sharp, inteligente y brillante -“desconcertante y teatral” le califica la prensa- y el modelo de investigación donde la intervención de la policía científica es rigurosa, exhaustiva y decisiva. En definitiva, un libro que mejora a medida que se va concretando el desenlace, que se ofrece verosímil en la ambientación, que demuestra un sólido conocimiento de los entresijos legales y judiciales norteamericanos y que acaba con el anuncio de una nueva entrega de los protagonistas: Próximamente: segunda actuación Sharp-Swift: “Alias, la Duquesa”. Por desgracia, nunca se publicó este título.

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